🧘🏻♀️Tu Postura. Tu Poder.🦸🏻♀️
🧘🏻♀️Tu Postura. Tu Poder.🦸🏻♀️
1. ¿Qué es la postura de enseñanza? Una forma de estar en el mundo y con los demás
Tu postura de enseñanza es la expresión viva de cómo habitas tu rol como docente. Va más allá de la técnica: se convierte en un estado de presencia alineada, anclada en tus valores y tu experiencia.
Se apoya en varios pilares esenciales:
- El alineamiento entre lo que vives, lo que practicas y lo que enseñas.
- La claridad de tu intención pedagógica: ¿por qué enseñas? ¿Qué deseas transmitir? ¿Con qué energía?
- La escucha sensible de tus alumnos: saber leer un cuerpo, un silencio, una emoción o una necesidad implícita.
- La conciencia de tu posición relacional: ni autoritario(a) ni complaciente, sino justo(a), amable y encarnado(a).
✨ La postura de enseñanza es una brújula interior y una manera de conectar con el mundo. Te permite mantenerte centrado(a), estando al servicio de los demás.
2. La postura física: el arte de encarnar la presencia
Tu cuerpo habla antes que tú. Es tu primera herramienta de enseñanza. Una postura estable, anclada y abierta genera confianza, respeto y seguridad de forma natural.
🔹 Mantente erguido(a), con los pies bien conectados a la tierra, la columna alargada y los hombros relajados.
🔹 Respira lenta y profundamente para generar una energía calmada en la sala.
🔹 Sé consciente de tus gestos, de cómo te mueves, de tu mirada — todo comunica, incluso en silencio.
💡 Antes de cada clase, tómate un momento para centrarte. Siente tu anclaje, conecta con tu respiración y coloca tu energía docente.
3.
La postura energética: lo que irradias sin palabras
Más allá del cuerpo, irradiamos energía. Tu estado interno influye directamente en la atmósfera del grupo. Un(a) profesor(a) estresado(a) o disperso(a) generará tensión. Uno(a) centrado(a), sereno(a) y alegre transmitirá calma, claridad y confianza.
🔹 Entra en la sala con una intención clara: Estoy aquí para servir, compartir y guiar.
🔹 Cuida tu higiene energética: práctica personal, descanso, alimentación, meditación.
🔹 Ajusta tu energía según el grupo: energiza, calma, sostiene u ofrece apertura según el momento.
🌀 La postura energética también es la capacidad de “sostener el espacio” con justicia y consciencia.
4.
La postura pedagógica: coherencia entre forma y esencia
Tu postura docente se expresa también en cómo enseñas. Tiene que ver con cómo estructuras tus clases, las palabras que eliges, el ritmo que propones.
Para alinear tu pedagogía:
- Clarifica tu estilo de enseñanza: ¿dinámico? ¿introspectivo? ¿anatomía? ¿energético?
- Usa un lenguaje claro, simple, inclusivo.
- Adapta tu discurso al nivel, cultura y necesidades del grupo.
- Crea estructuras claras pero flexibles, que permitan la intuición, la escucha y la adaptación.
🎓 Tu pedagogía debe reflejar quién eres. No se trata de copiar, sino de encarnar.
5. La postura relacional: enseñar es crear vínculo
Enseñar yoga es relacionarse desde lo humano. Tu presencia crea un espacio de confianza, respeto y apertura.
- Da la bienvenida a todos los cuerpos, emociones y diferencias sin juicio 🤗
- Establece un marco claro: horarios, instrucciones, límites físicos y emocionales 🕰️
- Escucha activamente lo que se dice y lo que se calla 👂
- Mantén tu lugar: Eres un(a) guía, no un gurú ni un terapeuta.
💬 Una postura relacional sana permite que cada alumno(a) se sienta visto(a), respetado(a) y acompañado(a).
6. La postura ética: una responsabilidad profunda
La enseñanza del yoga requiere ética y consciencia. Es tu responsabilidad honrar la tradición sin rigidez, ser sincero(a) sin imponer, transmitir sin apropiarte.
- 🙏 Enseña lo que tú practicas. Vive lo que transmites.
- 🕉️ Respeta las raíces, las fuentes, las tradiciones.
- 🗣️ Nombra tus fuentes, tus inspiraciones. Sé honesto(a).
- 🌿 Sé humilde. Enseñar no te hace superior ni te da poder sobre los demás.
🤍 La autenticidad es tu mejor protección. Enseña desde tu verdad, no desde el ego ni la necesidad de reconocimiento.
7.
Una postura que evoluciona contigo: camino de transformación
Tu postura docente está en constante evolución. Cambia contigo, con tu práctica, tus vivencias, tus desafíos.
🔹 Observa qué fluye y qué se bloquea en tus clases.
🔹 Pide feedback y ábrete a la revisión.
🔹 Sigue formándote, explorando, cuestionando.
🔹 Acepta las dudas, las transiciones, los momentos incómodos — también son parte del camino.
🌱 Tu postura es espejo de tu humanidad. Se alimenta tanto de tu vulnerabilidad como de tu experiencia.
8. Cultivar tu postura cada día
ara mantener tu postura viva, cuídala como parte de tu práctica:
- 🧘♀️ Práctica personal regular (asana, meditación, pranayama).
- 📓 Diario pedagógico: escribe tus aprendizajes, emociones, preguntas.
- 📖 Formación continua, lecturas, talleres.
- 🤝 Supervision, mentoría o comunidad de colegas.
- 🌐 Espacios de intercambio donde crecer junto a otros(as).
💡 Tu postura es como un jardín interior: necesita luz, silencio, atención… y a veces, poda.
Conclusión: tu postura es tu voz, tu vibración, tu regalo
Encontrar tu postura de enseñanza es encontrar tu forma única de estar al servicio. No es un rol fijo, sino un equilibrio vivo entre estructura y suavidad, dirección y escucha.
💫 No solo transmites posturas: transmites presencia.
💖 Sé coherente. Sé auténtico(a). Sé vital.
🌍 Sé canal del yoga, de sus raíces vivas y su sabiduría actual.
Enseñar yoga es ser pilar y puente, continente y aliento, estructura y corazón. Es una aventura humana y espiritual tan exigente como profundamente nutritiva.
Namasté 🪷



