🌿 ¿Y si empezamos con suavidad?
🌿 ¿Y si empezamos con suavidad?
🧘♀️ Comprender el perfil de un/a principiante
Antes de construir tu clase, es esencial ponerte en el lugar de esa persona que entra por primera vez a un estudio de yoga.
Esto es lo que podría sentir:
- Miedo físico: temor de no ser lo suficientemente flexible, fuerte, o de lesionarse.
- Inseguridad emocional: miedo a ser observado/a, a equivocarse, a no "hacerlo bien".
- Confusión mental: dificultad para seguir el ritmo, recordar nombres, o concentrarse.
Una clase para principiantes no se trata solo de posturas “fáciles”: es un acompañamiento integral del cuerpo, la respiración y la mente.
🤍 1. Crear un entorno seguro y acogedor
La conexión no empieza con la primera postura, sino con la forma en que das la bienvenida a tus alumnos/as.
Aquí tienes algunas claves simples pero poderosas:
✨ Antes de la clase:
- Recibe con una sonrisa. Usa sus nombres si puedes.
- Pregunta si ya han practicado antes, si tienen lesiones o inquietudes.
- Recuérdales que todo es opcional y que no hay exigencia de rendimiento.
✨ Durante la clase:
- Disminuye el ritmo. Deja tiempo para sentir y entender.
- Valora el esfuerzo más que el resultado.
Por ejemplo: “Lo importante aquí no es llegar lejos, sino mantenerse conectado/a con uno/a mismo/a.” - Observa sin juzgar. Guía sin imponer.
✨ Después de la clase:
- Quédate disponible para conversar y responder preguntas.
- Fomenta la constancia sin presión:
“Lo que importa es cómo te sientes después de la práctica, no lo que lograste hacer.”
🧱
2. Estructura de una clase progresiva y adaptada
Aquí tienes una estructura suave y eficaz para acompañar el aprendizaje:
🔹 Fase 1: Enraizamiento
Objetivo: llevar la atención al cuerpo y a la respiración.
Formato: sentado/a, acostado/a o en una posición cómoda.
Inicia con unos minutos de silencio, respiración guiada o escaneo corporal.
🔹 Fase 2: Calentamiento
Movilización articular suave, sincronización entre respiración y movimiento.
Objetivo: liberar tensiones, tomar conciencia del cuerpo, preparar para el esfuerzo.
🔹 Fase 3: Cuerpo de la práctica
Escoge de 4 a 6 posturas sencillas y simbólicas, y adáptalas con:
- accesorios (bloques, cintas, cojines),
- transiciones lentas y lógicas,
- pausas para observar y sentir.
Favorece posturas estables de pie (guerrero II, triángulo, silla),
posturas en el suelo (perro boca abajo modificado, gato/vaca, esfinge),
e incluye descansos regulares (Balasana, Savasana intermedio).
🔹 Fase 4: Retorno a la calma
Estiramientos pasivos, respiración, relajación guiada.
Objetivo: integrar las sensaciones y cerrar en una atmósfera envolvente y suave.
⚠️ 3. Errores comunes que conviene evitar
Incluso con buenas intenciones, ciertos hábitos pueden generar frustración o confusión.
Aquí algunos errores típicos:
- Ir demasiado rápido: deja tiempo para respirar, observar y entender cada consigna.
- Corregir en exceso: demasiadas indicaciones técnicas pueden abrumar.
- Lenguaje complejo: evita el sánscrito o el vocabulario anatómico sofisticado. Usa imágenes sencillas y claras.
- Permanecer en tu esterilla todo el tiempo: muévete, observa, conecta con el grupo.
- Ajustes físicos sin consentimiento: prioriza las indicaciones verbales y ofrece siempre una alternativa.
💡
4. Consejos prácticos para transmitir con claridad y suavidad
- Habla despacio y con claridad. Deja silencios para integrar.
- Usa metáforas visuales (ej.: “alarga tu columna como si crearas espacio entre cada vértebra”).
- Fomenta la respiración consciente sin forzarla.
- Valida las sensaciones, aunque no coincidan con tus expectativas.
- Celebra la constancia más que el rendimiento. El yoga es una práctica, no una competencia.
✨
Enseñar a principiantes es volver a la esencia del yoga
Como guías, profesoras y acompañantes, tenemos una gran responsabilidad:
ofrecer una primera experiencia que sea segura, amable y significativa.
Cada principiante es un/a futuro/a practicante — quizá incluso un/a futuro/a maestro/a.
Lo que viva hoy puede marcar el camino que seguirá mañana.
Así que desaceleremos. Escuchemos.
Ofrezcamos un yoga que respire.
Un yoga que no busca impresionar,
sino cuidar.
📚 En resumen
- Enseñar a principiantes es transmitir con paciencia, simplicidad y claridad.
- Requiere verdadera pedagogía, capacidad de adaptación y presencia plena.
- ¿El objetivo? Crear un espacio donde cada persona se sienta libre de respirar, explorar y… volver.
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